domingo, 25 de mayo de 2008

Temuco frustrado

Martes 13 de Mayo. No soy superticiosa, paso por abajo de las escaleras, se me cruzan gatos negros, se me han roto espejos y he seguido siendo una persona afortunada.
A las 9 de la mañana estábamos en el aeropuerto para tomar el avión de las 10.30 rumbo a Temuco. Poco antes de eso avisan que hay problemas, que se atrasa el vuelo, que a las 12 van a dar nueva información. El aeropuerto de Temuco está cerrado por niebla.
Yo ya me había tomado el remedio pal mareo y caí dormida en los asientos del aeropuerto. A las 12 vuelven a avisar que no pasa na, que en una hora más dan nueva información.
Nada más fome que estar en el aeropuerto! Nos recorremos enteras las 3 tiendas que hay, un té en el Starbucks y esperar. Tampoco salimos en el avión de la 1. Empieza a invadirme la sensación de encierro... y el hambre. Buscamos algo para comer, el Medras carísimo, buscamos otra opción pero no hay. Ya iban a ser las 2 y no nos atendían, asique nos fuimos, ya que nos podrían llamar a embarcar y no ibamos a alcanzar a comer. A las 2 tampoco nos vamos. Volvimos a sentarnos en el Medras y vuelven a demorarse en atendernos, hasta que logramos pedir algo, pero antes de que nos llegara la comida nos llaman a embarcar. El señor que nos atendió puso la peor cara cuando le cancelamos el pedido jaja.
Ya en el avión y antes de partir, el piloto nos dice que las condiciones climáticas han mejorado y aunque no avisaron oficialmente sobre la apertura del aeropuerto, vamos a despegar. A 20 minutos de llegar a Temuco avisan que el clima empeoró y que vamos a dar vueltas en el aire por 15 minutos a ver si mejora. En las pantallas con la información del vuelo podíamos ver cómo literalmente dábamos vueltas por el aire. Deciden aterrizar en Concepción. Lan iba a poner un bus para llevar a la gente a Temuco y los que quisieran volver a Santiago tenían que esperar en el avión. Ya no podíamos llegar a Temuco. Eran las 4 de la tarde, 3 horas de viaje en bus, el show era a las 6. Volvemos a Santiago con la cara llena de felicidad. Nos pasamos todo el día encerrados, primero en el aeropuerto, después en el avión, parecía secuestro, que onda. Y más encima lo único que nos dio Lan en tooodo el día fue una cajita en el avión con un alfajor, un maní y un mini brownie, más una lata chica de bebida.
Fue el peor martes 13. En la van de vuelta a la ofi nadie habló, todos veníamos ultra chatos. Un mensaje a un amigo y más tarde estaba pasando los malos ratos con un ron donde René... es que no podía dejar que el día terminara de la otra forma jeje

1 comentario:

Pirzen dijo...

un mal día es un mal día entero.
No creo en supersticiones, pero sí he podido constatar que cuando un día empieza mal, se genera un desbarajuste cabezón que te termina empeorando mucho más el trayecto de éste.

Es como el desgraciado efecto dominó.

Al final, la mejor solución es irse a dormir y que el maldito dia se lo lleve el diablo.

no?

así, por último al otro día ya te ríes del anterior.

Saludos